Frustrada. Agobiada. Confundida. Cuando has puesto otra comida frente a tu niño pequeño y se ha negado a comerla de nuevo, es probable que sientas todas estas emociones diferentes. Esos sentimientos se intensifican cuando ves otro niño que está comiendo bien. No puede evitar preguntarse ¿por qué mi niño no come?
Como Pediatra experto en alimentación infantil, he trabajado con muchas familias que tienen un niño pequeño que se niega a comer y sé que muchas veces el siguiente pensamiento que tienes es que NO le gusta tu comida o tu niño tiene un mal comportamiento.
Estos casi NUNCA son los casos. Desafortunadamente, la idea de que tu comida no le gusta o tu niño tiene mal comportamiento a menudo es perpetuada inocentemente por amigos, familiares y posiblemente incluso por su médico. Cuando los niños pequeños no comen, la gente se confunde y, naturalmente, quiere echar la culpa en alguna parte.
Si actualmente se está culpando a la comida que sirves o tu misma te siente culpable de alguna manera, terminemos con eso ahora , porque les voy a contar lo que muchos padres y profesionales no saben y es por eso que los niños pequeños se niegan a comer. y como ayudarlos!
Hábitos alimenticios para niños pequeños
Primero, tenemos que hablar sobre la naturaleza de un niño pequeño porque esto juega un papel absolutamente importante en su alimentación.
Una vez que los bebés se convierten en niños pequeños al año de edad, su crecimiento se ralentiza en comparación del ritmo increíblemente acelerado de un bebé de 0 a 12 meses y eso significa que necesitan menos calorías. Es completamente normal que los niños pequeños coman menos o aparentemente no coman mucho. Por ello, aprender sobre los tamaños de las porciones adecuado es absolutamente necesario.
Además de su necesidad de menos calorías, los niños pequeños suelen ser caminantes nuevos y quieren explorar su entorno. Están interesados en todo y curiosos. Si bien son absolutamente adorables a esta edad, también es un momento agotador para los padres. Estás moviendo todas las chucherías de tu hogar, las mesas están sin manteles y las medidas de seguridad están activadas al 100% porque ellos exploran todo.
Muchos niños pequeños se molestan en sentarse debido a esta necesidad de explorar, ¡y eso incluye cuándo es la hora de comer!
Para que sea aún más desafiante para los niños pequeños comer una comida completa, su capacidad de atención deja mucho que desear. Se distraen con facilidad (lo que puede usarse a su favor), pero para algunos niños pequeños, esto puede crear la tormenta perfecta para negarse a comer.
Eso significa que los hábitos alimenticios de un niño pequeño a menudo son:
- Rápido: no quieren estar sentados por mucho tiempo. O pueden tener dificultades para sentarse a comer. Por lo general, no comen mucho, lo cual es normal.
- ¡Exploratorio! – Puede que les guste ensuciar o aplastar la comida.
- Quisquilloso: si algo se ve nuevo o diferente, es probable que lo eviten. Esto a menudo resulta en tirar comida al piso.
Por qué un niño pequeño se niega a comer
Es 100% normal que un niño pequeño se niegue a comer, a veces. Esto sucede debido a esos hábitos alimenticios normales de los niños pequeños, es parte de la etapa en la que se encuentran, a pesar de lo molesto y preocupante que es para su mamá.
Sin embargo, algunos niños pequeños se niegan a comer CUALQUIER COSA. Siempre. Esta es una situación diferente y probablemente sea causada por otros factores, ninguno de los cuales es culpa suya:
1. Dificultad para aprender a comer alimentos de mesa: más bebés de los que la mayoría de la gente cree no hacen una transición sencilla para comer alimentos que come el resto de la familia después de su comida para bebés. Algunos se quedan atrapados en los purés o incluso los rechazan y continúan dependiendo de su leche o fórmula. Si un niño pequeño nunca aprendió a comer alimentos sólidos, probablemente no tenga deseos de hacerlo en este momento.
La buena noticia es que aún puede enseñarle a un niño pequeño a comer sólidos. Se necesita algo de tiempo y paciencia, pero si es posible
2. Sensibilidad a las texturas: algunos niños pequeños son tan sensibles a las diferentes texturas que están muy limitados en lo que aceptarán (es decir, solo alimentos crujientes, o purés) o simplemente no tomarán nada porque la textura es muy abrumadora para ellos. Esto puede ser difícil de identificar para nosotros, después de todo, la textura de los huevos le parece muy buena.
Pero su cerebro les está diciendo que se ve, se siente o sabe mal.
Otras señales de que su hijo es sensible a las texturas es que no le gusta ensuciarse o que se ahogará cuando huela / vea / toque / pruebe los alimentos. A menudo, tampoco les gustará ensuciarse las manos.
3. No puedo masticar bien: es bastante fácil pasarlo por alto, porque masticar es algo que damos por sentado. Sin embargo, algunos niños pequeños nunca aprendieron a masticar bien o no pueden mover la comida en la boca. Cuando los niños pequeños están luchando con esto, o con sus habilidades motoras orales, a menudo se les cae la comida de la boca, tienen arcadas después de masticar o pierden el rastro de la comida en la boca.
4. Picoteos: debido a los hábitos alimenticios de los niños pequeños de los que hablamos anteriormente, dejar que su niño coma alimentos durante el día parece una buena solución, y es posible que no tenga otra opción en este momento. Sin embargo, comer constantemente un bocado o dos de comida durante el día nunca les permite tener hambre y no aprenden a comer una comida nueva.
Sé que a veces puede parecer la única opción, pero romper sus horarios no es muy recomendable si quiere enseñarle a su niño pequeño a tener hábitos adecuados con la comida.
5. Condición médica: si ninguna de las razones anteriores se parece a lo que le está pasando a su hijo, es posible que haya alguna razón médica subyacente por la que no quiera comer. Si bien generalmente es lo último que considero, a menos que haya signos obvios, vale la pena considerar si su niño pequeño tiene reflujo silencioso, alergias, parasitos intestinales, estreñimiento o posiblemente alguna otra razón médica para negarse a comer.
El reflujo y las alergias pueden afectar en gran medida el apetito o hacer que comer sea doloroso, y también existen muchas otras posibilidades médicas. Para llegar al fondo, consulte con el pediatra de su hijo o programe una cita directamente con un gastroenterólogo pediátrico.
¿Es solo un niño pequeño quisquilloso con la comida?
Después de escuchar estas causas más profundas por las que un niño pequeño se niega a comer, es posible que se pregunte: “¿Qué pasa si mi hijo es simplemente un niño pequeño y quisquilloso con la comida?” Y la respuesta es quizás.
La realidad es que la mayoría de los niños pequeños son quisquillosos para comer. Es una parte normal del desarrollo que comienza entre 1 y 2 años y dura hasta los 3 a 5 años. Ser un niño quisquilloso con la comida significa que rechaza algunos alimentos y tiene otros alimentos favoritos que les gusta. Prefiero y suele comer bien. No significa que siempre rechacen la comida. Si está aquí porque su niño pequeño casi nunca come, es más probable que una de las razones anteriores sea el motivo
Cómo ayudar al niño que se niega a comer
Bien, vayamos al meollo del asunto. Quiero compartir con ustedes algunos de mis mejores y consejos de alimentación, que pueden comenzar a usar hoy.
Sin embargo, la primera advertencia: tenga paciencia.
Ese puede ser el consejo más difícil de escuchar porque puede estar a punto de colapsar con su niño pequeño negándose a comer. Lo entiendo, pero hacer el esfuerzo de profundizar un poco más y no solo ser paciente con ellos, sino tener paciencia para esperar que estos consejos se afiancen, ¡lo pondrá en el camino hacia la alimentación de su niño pequeño!
Estos son los consejos para el niño pequeño que se niega a comer:
- Consígalos en un horario: los horarios son necesarios para ir enseñando a su hijo a saber que esperar durante el día.
- Programe las comidas para que estén separadas por 2 a 3 horas: evite comer bocadillos u otros alimentos en el medio para que tengan mucha hambre cuando se sienten. Solo se necesitan una “galletita” para que un niño pequeño rechace su próxima comida.
- Dele porciones pequeñas y ponga en su plato también alimentos que pueda gustarle: las porciones pequeñas harán que el niño no sienta presión por comer “tanta” comida que ahora hay en su plato”
- Elija un lugar para comer la mayoría de sus comidas, la consistencia de comer en el mismo lugar los ayudará a adaptarse a la rutina. Idealmente, esto es en una silla alta o un asiento elevado con correa.
- ¡Que se ensucien! Sí, esto es muy importante, aunque molesto para las mamás cansadas, porque los niños pequeños necesitan explorar. Y es aún más importante si su niño no parece querer ensuciarse. Recuerda cómo hablamos de ser sensibles a las texturas, esto los ayudará a NO ser sensibles. Cuanto más jueguen y toquen diferentes texturas, mejor. Una excelente manera de hacer esto, ya sea a través de juegos desordenados específicos o contenedores sensoriales .
- Coman juntos: incluso si actualmente se niegan a comer, siéntense y coman mientras se sientan allí, aunque solo sea por unos minutos. Concéntrese en que la comida sea simplemente una experiencia positiva, incluso si solo está charlando con su niño pequeño durante unos minutos mientras tiene algo de comida en su bandeja.
- Si cree que su hijo tiene problemas para masticar o tragar alimentos, pruebe ciertas actividades de habilidades motoras orales: soplar silbidos, burbujas o masticar mordedores puede ser justo lo que su hijo necesita para fortalecer estas habilidades.
- Cambie algo inesperadamente para captar su interés: cuando su niño pequeño se niega a comer la comida que le pone delante, uno de mis trucos favoritos para sacar y aprovechar su poca capacidad de atención es cambiar algo. Puedo sacar un utensilio diferente que sea más colorido y decir “Oh, ¿querías la ala del avión?” Y luego le sirva la comida, la póngala en su bandeja y actúe como si NO le importara lo que suceda después.
- O, podría hacerlo de otra manera, diciendo “Oh, aquí hay una pequeña pieza”. Esto no siempre funciona, pero lo hace con más frecuencia de lo que piensas y vale la pena intentarlo. ¡Sea creativo al cambiar algún pequeño aspecto de la comida para cambiar su enfoque de negarse o llorar a al menos reconocer su comida!
- Use un plato dividido: los niños quisquillosos con la comida y los niños pequeños se preocupan de que su comida se arruine si toca otra cosa. En parte porque las texturas mixtas tienen un sabor diferente y pueden ser más difíciles de masticar, pero también porque les preocupa que tenga un sabor diferente.
Alimentos para niños pequeños quisquillosos que se niegan a comer
Si bien cada niño pequeño es único y tiene sus propias opciones de alimentos, hay algunos alimentos que es más probable que se consuman que otros. Cuando estoy trabajando en la alimentación como Pediatra, estos son algunos de los alimentos específicos en los que me enfocaré a medida que avancemos. Pero, si su niño nunca comió alimentos de mesa, querrá comenzar con esos alimentos crujientes derretibles.
O, si su hijo come algunos alimentos, querrá aprovecharlos e introducir alimentos que sean similares. Esta es una técnica de alimentación popular que a menudo se conoce como encadenamiento de alimentos.
Entonces, en términos generales, aquí hay algunas ideas de alimentos específicas para niños pequeños quisquillosos:
- Rodajas finas de manzana
- Nuggets de pollo finos y crujientes (despiertan el interés de los niños pequeños debido a la forma y textura puedes hacerlos usted mismo con pan rallado y pollo sin huesos)
- Pan de ajo (que no tenga mucho ajo)
- Tostada con mantequilla o aderezos nutritivos y rico en calorías en mi instagram tengo algunas opciones.
- Palitos de pan
- Fideos sencillos
- Quesadillas fritas (comience con un poco de queso de sabor suave en una tortilla y hágalo un poco crujiente)
Si tienes dudas o problemas con la alimentación de tu niño pequeño, recuerda lo peor que puedes hacer es no hacer nada, siempre hay opciones pide ayuda a un profesional capacitado y edúcate en temas relacionados a la alimentación y nutrición de tu hijo(a), recuerda lo que inviertas en su salud siempre será la inversión más importante, porque es para toda la vida. ♥︎
Dr. Carlos Asan – Médico pediatra.